Tengo 17 años, tres palabras suficientes para tomar la decisión de hacerme un aborto.

No quería pasar la misma situación que mi madre, tampoco quería defraudar a mis padres. Fue difícil y duro, hoy apenas han pasado 24 desde que me tomé la última dosis. Estuve acompañada en el proceso, mi pareja, aún así, me sentía y siento fatal.

Pero sé que mi futuro me lo agradecerá, aún no sé cómo sentirme, tengo miedo todavía de lo que puede pasar en estos días.